En el año 2007, se vislumbra un emocionante renacimiento en el Casco Antiguo de Badajoz, marcado por la apertura de nuevos establecimientos, especialmente en la pintoresca Plaza Alta. Entre los protagonistas de este resurgimiento se encuentran los visionarios empresarios de La Casona, quienes no solo amplían su presencia con La Casona Alta en la plaza, sino que también adquieren tres locales para crear un restaurante y una cervecería en la misma ubicación.

Este emprendimiento no carece de riesgos, pero los empresarios confían en el potencial del Casco Antiguo y apuestan por su éxito. La inauguración de La Casona Alta durante la Feria de San Juan en junio de 2007 marca un hito significativo al convertirse en el primer establecimiento de hostelería en la Plaza Alta. Este nuevo local no solo ofrece un espacio amplio y acogedor, adornado con fotografías impresionantes de la plaza y sus alrededores, sino que también se distingue por un servicio eficiente y atento.

La apertura exitosa de La Casona Alta genera entusiasmo y esperanzas de que más locales sigan el ejemplo, contribuyendo así a la transformación y embellecimiento continuo del Casco Antiguo. A pesar de la inversión arriesgada, los empresarios confían en que su visión no solo atraerá a la clientela local, sino también al turismo creciente en Badajoz. Con la promesa de futuras expansiones, incluido un restaurante en el sótano con acceso desde la calle Zapaterías, se augura un emocionante capítulo en la revitalización de esta histórica zona.